A pesar de que los mircrocréditos existen desde hace muchas décadas alrededor del mundo, en Venezuela se vienen implementando desde hace muy pocos años, se podría decir que a partir del inicio del gobierno nacional actual, el cual se ha centrado en un intento por mejorar la vida de las personas pertenecientes a la clase social baja. Se cree que generando créditos a pequeños empresarios, principalmente de la economía informal, se puede ayudar a la recuperación de la economía Venezolana y a su vez a la disminución del desempleo, la delincuencia, la pobreza, entre otros factores que afectan a los países en vías de desarrollo como Venezuela; yo no creo que esta estrategia gubernamental sea suficiente para combatir estas declinaciones inevitables en el país; sin embargo soy partidaria de que todos los venezolanos merecen una ayuda, un impulso, para salir adelante y mejorar su calidad de vida.
Dentro de esta perspectiva se considera, que el estado debería unir fuerzas, estrategias, capital, a la banca privada en lugar de crear bancos públicos que no tienen la experiencia necesaria para desarrollarse como banca y menos para ayudar a pequeños empresarios, como fue el caso del banco de la mujer en Mérida que solo ocasiono fraudes. Sin embargo es notable la dificultad que tienen los microempresarios para obtener algún tipo de préstamos en entidades financieras privadas, debido a que cada día son más exigentes con los trámites para otorgar créditos, colocando muchas barreras para las personas que no han contado con cuentas bancarias en el pasado; lo cual es una desagrable descriminción al clasificar a las personas con baja responsabilidad, o alta responsabilidad antes de emitirles algún tipo de financiamiento, como van a saber que tan responsables pueden ser si no conceden un poco de confianza la cual es esencial para el desarrollo empresarial; estas instituciones pueden buscar otro tipo de alternativas para evitar el incumplimiento de la cartera de prestamos de cualquier banco.
El ejecutivo nacional tiene la posibilidad de fortalecer el sistema financiero venezolano, mejorando los modelos crediticios y su relación con las entidades privadas; y de esta manera proporcionar una expansión microfinanciera en el país, teniendo en cuenta que aunque es inevitable la variación en la economía mundial, si se puede hacer frente a ella desarrollando tácticas y habilidades grupales que beneficien tanto a grandes como a pequeños empresarios y a su vez aliviar algunas familias y sectores mas pobres de la población.
Dentro de esta perspectiva se considera, que el estado debería unir fuerzas, estrategias, capital, a la banca privada en lugar de crear bancos públicos que no tienen la experiencia necesaria para desarrollarse como banca y menos para ayudar a pequeños empresarios, como fue el caso del banco de la mujer en Mérida que solo ocasiono fraudes. Sin embargo es notable la dificultad que tienen los microempresarios para obtener algún tipo de préstamos en entidades financieras privadas, debido a que cada día son más exigentes con los trámites para otorgar créditos, colocando muchas barreras para las personas que no han contado con cuentas bancarias en el pasado; lo cual es una desagrable descriminción al clasificar a las personas con baja responsabilidad, o alta responsabilidad antes de emitirles algún tipo de financiamiento, como van a saber que tan responsables pueden ser si no conceden un poco de confianza la cual es esencial para el desarrollo empresarial; estas instituciones pueden buscar otro tipo de alternativas para evitar el incumplimiento de la cartera de prestamos de cualquier banco.
El ejecutivo nacional tiene la posibilidad de fortalecer el sistema financiero venezolano, mejorando los modelos crediticios y su relación con las entidades privadas; y de esta manera proporcionar una expansión microfinanciera en el país, teniendo en cuenta que aunque es inevitable la variación en la economía mundial, si se puede hacer frente a ella desarrollando tácticas y habilidades grupales que beneficien tanto a grandes como a pequeños empresarios y a su vez aliviar algunas familias y sectores mas pobres de la población.
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